El reconocido periodista venezolano Nelson Bocaranda revela hoy nuevos datos sobre la salud de Fidel Castro.

Están desesperaditos… Lo que leerán a continuación llega de dentro del círculo cercano al macaco Chávez.

Demasiadas noticias desagradables ha venido recibiendo el líder supremo y aquí daré razón de las más importantes: para su ánimo ha sido especialmente duro el saber que su "papá" Fidel ha estado hundido en una recaída gastrointestinal y por eso en su último periplo a La Habana no se lo dejaron ver. Por eso nos mintió al llegar señalando que habían conversado y hasta lo había aconsejado.

En Cuba fue el propio Raúl quien le mostró encuestas e informes que dan razón del creciente rechazo a su gestión hasta en los otrora fieles y ciegos seguidores. Un 70% del país ya percibe como suyos todos los fracasos del Gobierno a pesar de que 42%aún lo ve como el único líder en la arena política nacional. El descontento con el caudillo en las filas militares preocupa a los cubanos, quienes también sienten un odio ascendente a su presencia en los cuarteles y ministerios.

Los temores de una derrota electoral en septiembre aceleran las preocupaciones en Miraflores y en el PSUV. En su reciente viaje a Managua tuvo que bajarse del avión presidencial ante una supuesta amenaza de bomba y encerrarse en el búnker de la Rampa 4 en Maiquetía mientras revisaban la aeronave. La crónica cubana le dejó saber que poco a poco se ha ido creando un frente en contra por parte de varios presidentes suramericanos a los que antes se sintió "hermanado". Por eso Lula ya salió de su club de amigos tras acordar con EEUU un tratado militar.

Hacia lo mismo podría ir la golillera presidenta argentina, quien ya tiene en sus manos un borrador de acuerdo con los norteamericanos tras su encuentro con Obama en la cumbre nuclear, donde le extendió una invitación a la Casa Rosada. Por cierto que la Kirchner conversó con Lula antes de venir a discursear el lunes y escuchó del brasileño sus recomendaciones en cuanto al enfoque "natural, latinoamericano, nada histórico, pero civilista y no militar" con el que coincidió con sus asesores.