Resumen sin noticias de un “quinceañero happy”
Hoy hace exactamente 15 años salí de Cuba.
Una fiestecita “de quince” no estaría mal, pero nunca he sido adepto a las celebraciones pomposas de los aniversarios, aunque si admito que una cervecita o una copita de tinto cerrarán esta noche la conmemoración de tan personal efeméride.
Intentaré hacer en par de párrafos un compendio de esta década y media, una síntesis de las experiencias al término del tercer quinquenio (esa última frase me quedo algo ñangara)
Miami, luces, familia que conocía en fotos, reencuentros, pastelito de guayaba y “jama a full” por tres días, aire libre, olores, carnaval de efectos en los sentidos, a los 3 días vuelo a New York, impacto total, el frio, los primos, los tíos, mareo por el carro, “guajiradas” en medio del Times Square, tortícolis producto de unos rascacielos imponentes que me daban sombra, abrigo y entusiasmo. Empezar a “pinchar” el día de las madres en el Hilton, nuevos amigos, descubrimientos a granel, billete, experiencia, ¡CAPITALISMO AL FIN! algo de nostalgia al recibir cartas, la cuenta de teléfono que superaba 3 dígitos (ampliamente) una casita nueva, el “grunge” que terminaba sus días, comenzaban los de AlanIs Morrisette, mi ingles mutaba de “chamusqueao” a decente, independencia, mi cumpleaños 22 solo, pues todos trabajaban ese dia, gracias a VH1 y unas cervecitas lo disfrute como nunca antes, la gran manzana y las manzanas del supermarket, el choque con las jevitas “extranjeras” (perdón, el extranjero era yo). New York, mucho New York,..En fin, Libertad.
3 años y medio más tarde, de vuelta a Miami, por una extraña urgencia de calor y playa, o “cubaneo” mezclado con identidad en forma de boomerang, el carro que jamás necesite en New York, viejos amigos, nuevos amigos, pincha, menos dinero, menos “inglish speaking”, mas vacilón, me alejo.
Arrastro a los hermanos y a los viejos, me caso, 3 años más y me divorcio (Libertad otra vez) mis abuelas mueren, y parte de mi con ellas, soltería, promiscuidad de treintañero confiado, diabetes, descuido, errático, deudas, descargas y sol, pincha y luego cierto reencuentro con las artes, “myspace”, ella, paz, orden, poesía otra vez y el constante trote tras la felicidad que a ratos me deja alcanzarla y me perpetua el sabor, facebook, no hay nostalgia ni deseos de volver, pero está ahí Cuba y un compromiso que soporta, ciudadanía “Yuma” al fin, sigo, y vivo, escala de virtudes y suertes. En fin…Libertad
15 años.
Y me viene a la mente que cuando llegaba a estos lares en 1995, aquel familiar o amigo que había llegado por el Mariel, cumplía sus 15. Hoy 15 años después van por 30 y…
Ojalá a mis “30” las circunstancias sean otras, respecto al Caimán, pero si no, que se mantengan las mismas respecto a lo feliz y libre que me siento hoy. En mis 15.
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