Tiro al (y de) blanco

Tiro al (y de) blanco

Salimos mi hermano y yo de “la pincha” lo más rápido posible. Queríamos estar a tiempo y a espacio en el lugar debido. Mi casa está a menos de 4 minutos caminando del punto de encuentro. Luego de un viaje a lo “fast and furious” por la I-95, una ducha en mi casa a lo Bakulin Plejachiv, salimos Niurki, mi hermano y yo, a pie, de blanco.

Lo inesperado, (pues lo esperado era mucho menos) fue ver tanta gente, tanto joven, tanto cubano, tanto no cubano, tanta blancura, postura, entusiasmo, alegría, civismo, que se yo. La estampida de personas caminado hacia la calle (y por la calle) ocho, me desmontó mi teoría de la apatía generalizada que pensaba palpar. Pero no fui yo solo el asombrado. Los organizadores el evento esperaban entre 10 mil y 20 mil personas. Se aparecieron más de 100 mil. ¡Fuácata!, traba Dictadura, porque ahí estábamos todos, los que viajan a Cuba, los que no, los “históricos” los “geográficos” los políticos, los involucrados, los que se apenas se involucran, los que nunca habían ido, los que siempre vamos, los que les da vergüenza lo que sucede en Cuba, los que sin vergüenza alguna dan la cara para que se sepa que ya ‘ta bueno ya.

Entre amigos, gente conocida, nuevos amigos, reconocimiento de amigos (feibuceanos) todo salió de (beep) . .fue un galletón al régimen, a los apáticos, a los “simpáticos” (de la dictadura) , a los enemigos de la libertad, a los enemigos del exilio, a los que nos tildan de mafiosos e intransigentes, bofetón al pendejón , al indiferente, al emigrante de quesito crema (esa frase es de mi amigo Félix ) , a los que se les retuerce el hígado de vivir entre tanto cubano, entre tanta blancura.

Fue por todos y para todos, incluso para esos que acabo de mencionar, porque al final alguien debe sacar la cara por ellos. Fue por ellas, las Damas de Blanco, quienes son un elemento inédito en la lucha pacífica y cívica por la libertad de Cuba. Fue por ellos. Aquellos, los presos políticos, que cumplen condenas porque sus neuronas y palabras no entraron por el aro verde olivo. Fue una marcha sin política, sin partido, sin pase de lista, sin temor a perder el trabajo, sin lista negra, (cuando mas listas blancas, muy blancas), de negros y blancos y mestizos, de “yucas” de “balseros” de ”peterpanes”.

Fueron par de horas de honor y vergüenza, de moral saludable y enérgica ante lo injusto, sin música, solemne, sin circo, sin Van Van, sin ambigüedades, sin cerveza, …sin mierda.

Fue un tiro al blanco, de blanco, muy bien hecho.

Leyser Martínez