A propósito del post ¿Derecho o Izquierdo?, en el blog Evidencias de Vero, recordé una anécdota de cuando llegué de Cuba. Ya sabemos cómo nos atiborran de preguntas, que si esto es verdad que si aquello y lo otro. En fin, somos una especie de criaturas raras.
Para no hacer el cuento largo; estoy contando de las peripecias de mi madre para alimentarnos y vestirnos y para poder obtener los artículos de aseo personal. Las colas, el plan java, toda esa maquinaria que sólo nosotros los que la vivimos podemos entender y torcidamente verle la lógica (porque no la tiene) veía en las caras perplejas de mis interrogadoras (eran como cinco cubanas, nacidas allá, pero que vinieron muy pequeñas) la lástima y la incredulidad. Quien se va a creer el cuento de que para un núcleo de cuatro era sólo un tubo de pasta de dientes al mes, cuando había pasta de dientes (por ejemplo) o que existe la infame libreta de abastecimiento; cuando de pronto Maggie tan encantadora, me dice:
“Pero Niurki, al menos no lo tienen que comprar, pues te lo dan por la
libreta”
Mi carcajada fue tal que llamé la atención de quienes no formaban parte de nuestra “conversación” más bien monólogo. Le dije,
“Maggie de dar nada, si no tienes el dinero, no te lo llevas”
En ese instante me vinieron a la memoria los cuentos de mi mamá de cuando ella era pequeña e iba a la bodega mandada por mi abuela para que el bodeguero le fiara porque no tenían el dinero en ese momento. ¿Qué mala era la cosa antes, verdad?
Aun me asombra la desinformación de la gente de lo que es aquello en realidad, da pena. Imagino que mi amiga Maggie no sea la única que esté equivocada.
Niurki
2 comentarios:
Yo tenía un amigo que se quedó viviendo solo porque su madre y su hermana se habían ido del país. A él no le daban trabajo porque tenía pelo largo y trenzas. A veces yo llegaba a su casa y no tenía ni un peso para ir a sacar los huevos o el pan. Otras tenía tanta hambre, que se lavaba la boca para hacerse la idea de que había comido o se iba a la beca en la que yo vivía a comerse el arroz con gusanos y gorgojos que yo no era capaz de tragarme.
Esta muy buena tu historia Niurquita, de fiado nada, que triste todo eso, y todavia dudan, me he acordado del arroz de codito, y de tantas cosas que tengo a mi madre por divina, como inventaba, por dios
Besos para ti y para la Vero.
-y la familia-
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