El señor Limbaugh es un comentarista radial, ciudadano de este gran país. El señor Limbaugh es altamente conocido por su manera política de pensar y actuar, él es un conservador, un republicano. Hasta este momento no es una violación de la ley ser conservador o republicano. Él, como todos nosotros, tiene el soberano derecho de expresar lo que siente, en el momento que lo siente y como lo siente. Ese es el básico derecho de libre expresión.
El Comité de Campaña del Congreso Democrático ha lanzado una petición en el web para que de esta manera el pueblo americano pueda expresar su desprecio hacia el anfitrión de radio, por decir que él desea que el presidente Obama "falle". Con esta acción se pretende callar a Rush Limbaugh. Estemos de acuerdo o no con lo que plantea, el señor Limbaugh está en todo su derecho de expresar lo que se le venga en gana, especialmente cuando este no ha atacado personalmente al presidente, sino su ideología y en este caso particular, su paquete de estímulo. Dice el president Obama que a “él” es a quien es “apropiado escuchar” en este momento.
Cuán arrogante se debe ser para pretender tener la razón absoluta. ¿Acaso es el presidente Obama infalible? Me tengo que reir. Esta situación me toca muy de cerca, ya que recientemente “perdí” amistades a las que quiero mucho por mi manera de expresarme con respecto al asunto, por apasionadamente decir lo que pienso, que según José Martí y Simón Bolivar es la manera correcta de proceder. Fuí muy dura, dicen, al juzgar y hasta lo llevé al plano personal, cosa que no creo. Simplemente expresé mi soberana opinión en el momento de la “discusión” y después mandé unos chistes vía internet, que aparentemente le pusieron la tapa al pomo.
¿Ustedes se imaginan vivir en un lugar donde no podamos expresar lo que sentimos?
¿Un lugar donde tengamos que mirar a los lados para ver si no hay “nadie” antes de poder decir lo que sentimos? ¿Y, si nos “atrevemos” a decirlo frente a todos, tengamos que “enfrentar consecuencias”? Los cubanos de mi generación saben a lo que me refiero, para hablar con propiedad, la mayoría de los cubanos de mi generación, saben a lo que me refiero.
¿Cómo es posible que acepten que Michael Moore haga del presidente Bush un idiota (salvando diferencias), filmara un documental y lo llevara a la pantalla grande y no acepten que Rush Limbaugh exprese su soberana opinión?
No se puede aceptar esta desfachatez. Este es el principio de la violación del derecho básico que tenemos a la libre expresión.
Niurki
2 comentarios:
ESTOY 100% CON LO QUE DICES ...
Es que creo que no puede ser de otra manera trapiche!! Gracias por pasar..
Niurki
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